GRACIAS
A temprana edad tuvo que dirigir la empresa familiar, como consecuencia de la muerte de su padre, junto con su hermano Luis. Siempre fue el faro-guia alrededor del cual giraban las gestiones y decisiones empresariales más trascendentales. Dedicado en cuerpo y alma a su trabajo, no dudó nunca en realizar un esfuerzo más para llevar a feliz puerto su misión, que se cifraba en el bienestar de su familia y el sentimiento de aprecio que sus empleados le profesaron.
La enjuta silueta de Manuel Vidal Payá albergaba una singular personalidad, educado, de porte refinado, respetuoso… Si en lugar de pupular por el Casino, su querido Beties u otro lugar emblemático de la geografía local lo hubiese hecho porTrafalgar Square o paseando por Hyde Park con su bombín y paraguas, habría pasado desapercibido y a buen seguro catalogado como un gentelman, es decir, un autentico señor.
Todos cuantos le hemos conocido y tratado, (entre los que orgullosamente me encuentro) sea en su faceta industrial, comercial, en cargo público, en los diferentes años que lo ostento, o simplemente como conciudadano y vecino. Demostró ese carisma que lo caracterizaba y que le acompañó a lo largo de toda su vida.
Manolo, gràcies de tot cor… gràcies, per eixa inoblidable lliçò.
Marcial Poveda Peñataro