JUAN VELLIGA
¿ Ficción o personaje real ?
Marcial Poveda Peñataro
Els llibres són mestres que no renyen i amics que no demanen. Con este popular dicho podríamos resumir la trayectoria literaria y humana de un monovero, Demetrio Mallebrera Verdú, publicista, periodista, escritor, así lo avalan sus cientos de artículos en periódicos como Información, La verdad, ABC… sin olvidar las de índole local como Monahuar, Monóvar, El veïnat, entre otras muchas publicaciones de una interminable lista.
Si un regalo es algo que nunca se olvida, La fuerza Incomprendida, es uno de esos regalos que un buen día te llegan; esta vez en forma de libro, regalo que Demetrio ofrece con un doble valor: a los amantes o simplemente aficionados a la buena literatura en general, y por ser el de un paisano, razón por la cual uno recibe y acoge con más cariño y entusiasmo si cabe.
Rompamos las normas y comencemos por el final de la novela. Descifrar que ha sido escrita por el tandem formado por el protagonista – Juan Velliga – y su mujer. Esta original forma narrativa (al menos para mí) me llama la atención, porque además de representar un recurso literario supone, a mi modesto entender, un reconocimiento u homenaje a la mujer, que en estos tiempos que nos hablan de liberalización femenina y otros ismos adquiere un mayor relieve. Y añadiría más, a la mujer monovera para ser más precisos. Ese tributo es muestra de su sentimiento hacia todo lo monovero que Demetrio en cualquier aparición pública exalta.
Otra cuestión sería descubrir quién es en realidad Juan Velliga. Cuando directamente se le formula la pregunta al autor, esboza una sonrisa y con gesto dubitativo y amablemente esquiva la pregunta. Si vuelves a preguntarle (un servidor es constante en estos menesteres) sin perder la calma te dice : «Eso forma parte del juego». Efectivamente, se trata de un ejercicio mental y así son las reglas: agudizar observación y aplicar la particular visión o imaginación para descifrar los mínimos detalles que rodean a sus personajes y al contexto de la narración.
Dicen que la ficción nunca ha superado a la realidad por fantásticos o auténticos que puedan ser los personajes de un novelista. Generalmente los protagonistas novelescos son producto, podríamos afirmar, parte de la imaginación del autor, complementada con hechos o personajes concretos dentro de un determinado ambiente. Es decir que el literato combina, mezcla situaciones y cualidades de personas, de igual modo que el pintor (como artista que es) entremezcla imágenes y colorido. En este caso lo cierto es que la ficción nunca se había aproximado tanto a nuestra realidad local como en esta novela, y si no, amigo lector, le invito a conocer, de la mano y pluma del polifacético paisano Demetrio, nuestro Monóvar y por tanto, a cuantos Juan Velliga pululan por estos lares.