PREGÓN DE FIESTAS DE MONÓVAR 2002.
Monoveres y monoveros, autoritats, ¡ Bona nit a tots !.
Vull donavos es grasies per doname la oportunitat de dirigime a tots vosatros, en el
Pregó des Festes de Setembre, desde este balcó de la Plasa la Sala, que es el cor de Munove, y hui haut fet que el meu palpite de manera tan espesial.
Paisanos míos, permitidme que, haciendo un poco de memoria histórica, recuerde a todas las personas que a lo largo de tantos años han vivido en este pueblo y nos lo han legado tal como es, con este ritmo eterno de la experiencia, con su afán de progreso, con su talento artístico, con su espíritu de superación ………cuyo testigo hemos recogido, y a las que tenemos que agradecer el poder estar hoy aquí.
Hacia el año 1600, cuando los moriscos fueron expulsados de estas tierras y Monóvar queda despoblada, llega a ella, entre otros repobladores, un Juan de Limorte procedente de Albatera, se casó con María Farises y desde entonces y a lo largo de trece generaciones sus descendientes vivimos aquí. Don Antonio Verdú, el que fuera alcalde de este excelentísimo Ayuntamiento, tuvo la ocasión de entregar en 1837, año de la gran expedición carlista por estas tierras, a Valentina Rubio, viuda de Joaquín Limorti Vidal que estaba embarazada de nueve meses, una indemnización de mil novecientos sesenta reales de vellón, por la muerte de su marido en defensa de nuestro pueblo.
De ese matrimonio provenimos los Panetos, los Caneus, los Limorti Martínez, ……….y otros muchos más.
Otro de nuestros antepasados era Daniel Aracil «El Tallaí», vecino de los padres de Azorín, a los que regalaba manzanas de su huerta, siendo a su vez correspondido por D. Isidro con cajetillas de tabaco. Sus hijos, entre ellos mi abuelo Xuano, que por aquel entonces era un chiquillo, tenían que dejar los juegos ruidosos para no molestar al maestro Azorín que gustaba pasear cercano a la huerta mientras leía. Otro hijo de El Tallaí es el encargado, un año, de comprar los toros para nuestras Fiestas y como le debió de surgir algún contratiempo y tuvo que retrasar su llegada, decidió tranquilizar al Ayuntamiento con este telegrama: Los toros y yo bien, firmado, el Fideo.
Al meu bisabuelo li pasaba com a mí, que no sabía escriure en valensiá; per la meua part estig empeñá en posali remei a esta situasió.
A todos ellos, en especial a mis padres, agradezco con toda el alma que hundan mis raíces en este Monóvar donde he vivido mi infancia y juventud y donde regreso siempre que puedo para reencontrarme con este paisaje de los primeros años, que es el que prevalece en toda nuestra vida; sobre todo en estos días de Fiesta en los que la llamada de la tierra es mucho más fuerte, más alegre, más gozosa.
Si retener en la memoria es una forma de amar, yo tengo muchos recuerdos agradables,…….de la infancia en el Colegio de la Divina Pastora, la adolescencia con la misma pandilla de amigos que aún hoy perdura y que es otra de las cuerdas, maroma diría más bien, que me ata a este pueblo; las fiestas de Pascua, con ese sentimiento tan íntimo y especial que tiene nuestra procesión de «El Encuentro». Los días de la mona por las diversas casitas de campo de los alrededores; los guateques con nuestro pikú y los últimos discos de los Beatles, casi siempre en una acogedora casa del «carre nou»; el grupo de Teatro Palera, donde ensayábamos nuestras nuevas obras acompañados a menudo por la palabra fácil de Luis Vidal, y arropados, las más de las veces por los integrantes del Rolde Literario. La simpatía estaba siempre en Pepe Caneu que se encargaba de hacernos las fotos. Después venían las representaciones en el Teatro de Acción Católica, en el Casino y las giras por las casas del Señor y el Chinorlet………eran nuestras primeras inquietudes culturales que hemos ido forjando a lo largo de nuestra vida
Luego vino mi marcha del pueblo, pero siempre mirando el calendario para volver y haciendo malabares para poder llegar a tiempo de pasar estos días con vosotros.
Cuando pasamos el valle de Elda y giramos la curva en la que se divisa la Ermita de Santa Bárbara, se nos escapa un suspiro de alegría, ¡ya estamos en casa!, subiremos la cuesta de la estación y leeremos el cartel que nos da la bienvenida ¡Mai com a casa!, y si entramos por la parte opuesta del pueblo, yo siempre veré, aunque ya no exista, la Venta de mi bisabuelo Blay, donde vivieron sus hijos y nietos a lo largo de un siglo dejando su nombre para el barrio, «La Venta de Blay».
Nos ilusiona vestirnos de monoveras, con ese ritual del mantón plisado con alfileres, que es un arte que sólo manos expertas pueden realizar. El moño bien peinado con un gran ramo de flores en el pelo; y el refajo, arco iris de colores que mi abuela Mercedes tejió primorosamente, así como la puntilla de randa para la blusa y el delantal. Pero además está el garbo y salero con el que sabemos lucirlo las monoveras.
La Virgen del Remedio nos espera para que le ofrezcamos nuestro amor, y lo siente cuando le cantamos la Salve con un nudo en la garganta y cuando al día siguiente, en su procesión, seguimos la tradición de abrir de par en par las puertas de nuestras casas y adornar los balcones con su escudo.
Cuando era pequeña, en estos días de Fiesta, ocurría para mí el momento más emocionante de todos, …..era ver a la Virgen volar; bajar desde su Pabellón y posarse suavemente encima de su carroza para comenzar la Procesión. Aunque con los años haya descubierto que un perfecto mecanismo es lo que la hace bajar y subir, esa emoción ha quedado dentro de mí para siempre.
Me consta, porque lo vivo en mi familia, que las monoveras y monoveros que no pueden estar con nosotros en estos días, bien porque están lejos o porque son mayores, nos tienen en su pensamiento y en su corazón, como mi tía Remediet que llama por teléfono el día de la Virgen, para ver si ya está pasando la Procesión por la puerta de nuestra casa.
Este año asistimos con gran satisfacción a la reinauguración del Teatro Principal y de la Plaza de toros, espacios escénicos que engrandecerán más si cabe nuestras Fiestas y que han tenido y tendrán una historia muy relevante en la vida cultural y recreativa de Monóvar. Habeis tenido la buena idea de contarle a los más pequeños cómo es nuestro pueblo en el libro «Coneix Munove», que junto a las historias y vivencias que les añadan sus padres irán sembrando el amor a la tierra. Sé que tenéis muchos más proyectos, como recuperar el Palera y en definitiva apoyar las artes y la cultural de este pueblo que se caracteriza por querer ser grande…….. «no elevando los tejados de sus casas, sino las almas de sus habitantes».
Y si todo esto alimenta nuestra alma, no se queda atrás el alimento del cuerpo, que comienza por la mañana con «la toña mulla en chocolate fet, o la gachamiga. En la dina, les fasegures , arrós en conill o gaspachos, y de postre es rollets de aguardent, sequillos o monchávenes, suspiros, ……tot ben regaet per el bon vi de la terra……….»
¡ Tots es añs dig….en torna a Madrid me posaré a regim!
Es emocionante encontrarnos en los distintos Actos de las Fiestas y escuchar vuestros saludos de bienvenida… ¡Ya esteu aquí!.. ¡Al primer cuet pa vall!….¡Que no vos u conten!……¡No se vos fara tard!…¡Vos u encontreu tallad y cosid!…….¡y así es!, aunque desde el baile haya que ir a la estación para llegar a tiempo al trabajo del día siguiente.
Si un gran filósofo dijo «sé el que eres», yo tengo que venir a Monóvar para sentir la plenitud del ser y para recibir el impulso a un sentido más abundante de la vida; por eso tengo que decir como Azorín……»que tengo la íntima apetencia del regreso».
Vamos a celebrar nuestras Fiestas, olvidar por unos días la rutina y sumergirnos de lleno en la diversión y en la alegría.
Vamos a vivirlas de la manera más plena, más mágica y más imaginativa posible; no como otro año más, sino saboreando el momento presente que es lo que da intensidad a nuestras vidas.
Vamos monoveros a gozar las Fiestas, que ya está aquí la Alborada; ya pueden bailar los Nanos y repicar las campanas.
Que nos sorprenda la aurora abrazados a un sueño, que estamos en Monóvar la tierra de todo lo nuestro.
Anem a pasa unes Festes mol dichoses…. y es acomensem gritan tots junts….. mol fort……… ¡VISCA MUNÓVE!
PAQUI LIMORTI ARACIL 6 de Septiembre de 2002.